Un calor agobiante, ya lo sabemos. El pronóstico de
la tele lo informa, el vecino nos lo dice: “Pucha qué calor, no se va más. Pero
lo que mata es la humedad”; nosotros lo sentimos; en la radio anuncian 38
grados centígrados; el pronóstico lo vuelve a informar; otro vecino nos anuncia
que “la ola de calor llegó para quedarse”; un transeúnte hablando por celular
advierte que mejor andar con ropa cómoda y fresca. Lo sabemos y caminamos apresuradamente
por la calle Florida. Sí, la misma Roberto:
“Hay mujeres que van todos los días a Florida. Digo
todos los días, porque cada tres meses paso por allí y me encuentro a las
mismas paseantes, con los mismos vestidos, la misma mirada, el mismo cansancio,
igual paso, semejante rumbo. Grupos de tres, de cuatro, que al que va por
primera vez le da la impresión de ser provincianas que están estudiando
arquitectura y que para el que las ve todos los días, le dejan en el
entendimiento una pregunta flotante: ¿Qué diablos vienen a buscar todos los
días estas mocitas a la calle? Porque se explica un día, dos ¿pero todos los
días: invierno, verano, otoño? Se necesita paciencia y plata, sobre todo plata,
para atender al desgaste de material rodante quiero decir, de zapatos y medias.”
Roberto Arlt, Aguafuertes porteñas: Buenos Aires, vida cotidiana
Te digo
Roberto que ahora me resulta más difícil distinguir precisamente quiénes están
en medio del tumulto que avanza a paso rápido. Intento buscar a las mujeres
pero se me cruza un grupo de turistas, intento aminorar la marcha pero un
hombre me golpea con un portafolios. Tengo que doblar por Avenida Corrientes,
¿cómo hago? Extiendo mi mano derecha y me siento automóvil sin luz de giro.
Casi me llevo puesta a una mujer ¿será una de esas?
Roberto, está difícil detenerse en las vidrieras de
Florida, ni mujeres ni hombres se animan a tamaña ventura. Corrés el riesgo de que te puteen con mil insultos diferentes que pueden
incluir alusiones a la detención del paso, al impedimento de una marcha
constante que reduce a dos minutos la llega tarde al trabajo o quizás a un
tropezón por culpa de un movimiento no calculado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario