lunes, 5 de septiembre de 2011

Los que miran miran los que

Desde adentro del cubículo de vidrio lo observa, un joven se dirige a una computadora y después a la cabina: "Estoy interesado, decíme maestro ¿está bien de papeles? ¿y el motor? ¿cómo anda?".

La música de espera del que mira resulta un tanto ensordecedora, Todos los operadores se encuentran ocupados, aguarde, en instantes será atendido.

Como en la Boca, andamos mirando. Desde adentro del teatro de la Ribera hablan como, se dicen, esperan. Construyéndose en minutos de vida que en la charla se detienen, el río. El silencio mortífero de los ausentes, el río.

Desde adentro hacia afuera observa y saca la foto en el absurdo ejercicio de detención. Volverá a La Boca, ingresará al teatro y serán otros ahogados gritos los que reclamarán su voz.


5 comentarios:

  1. A mi me gusta ese río y sobretodo la vista desde Fundación Proa... la gran mayoría no coincide conmigo, y suelo ir sola.
    Sí, esas aguas son testigos aunque tal vez tengan un quehacer mucho más meritorio que ese...

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  2. Linda entrada, me gusta el modo de conjugar el río, las visiones tras los vidrios de la Ciudad, nuestro modo tan porteño de hablar (decime, maestro...)

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  3. Rochitas: Está muy bien, muchos ríos. En el proceso de escritura a mi me asaltó esa sensación de ausencia, de olvido.

    SAL: ¡Muchas gracias! jeje así es, aporteñándonos ¿vio?

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  4. cuenteme mejor eso, a ver... ud sabe que sufro de curiosidad.

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  5. Rochitas: A veces logro olvidarme un poco de todo en el proceso de escritura y me reencuentro con esas otras cosas hasta ese momento inexistentes. Y me toma por asalto, con la necesidad de ser escrito.

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