Se vistió y se puso bastante perfume tratando de mitigar el olor a veneno antipolillas, pensó que debería poner uno de esas bolsitas de lavanda que tienen mejor olor y en una de esas también sirven.
Cuando salía del departamento esperó el ascensor pero no venía así que empezó a golpear la puerta y pensó que era otra vez el chico del cuarto que siempre se olvida la puerta abierta. Bajó un par de escalones pero se agotó, volvió a gritar y ahí apareció Atilio, el cuida perros del tercero: “Disculpe Doña pero se me escapó el Golden”. Elsa le explicó de la operación de la pierna, que la próxima se apure, que no estaba para andar esperando todo el día y ni hablar de bajar la escalera.
Tomó el colectivo que desvió por una manifestación lo cual la puso de mal humor: “En este país todo el mundo hace lo que quiere, así no puede ser”. Se bajó caminó despacito y llegó a la puerta del cine donde la esperaba
Adelante algunos hacían pogo y otros alzaban la botella de cerveza mientras cantaban.
Juan, Laura, Elsa, Pedro, Tota, Juana, todos metaleros.
para la proxima Elsa nada de trajecito beige y chalina marrón, negro furioso... y tachas.
ResponderEliminarjejej siiii
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