sábado, 31 de octubre de 2009

Mi mundo privado Vol. II: Óyeme bien

Rock, salsa, raggaetón, cumbia, pop, electrónica. Todos llevan su propia banda sonora. Pero la escucha ¿es algo privado, personal? Muchas veces el volumen excede ese ámbito generando una seguidilla de musicalizaciones momementáneas.
En uno de los antiguos vagones de la línea A dos amigas hablan sobre Ricardo Arjona:

-Odio a ese tipo, no me gusta, que se yo, de terror-
-A mí me molesta la metáfora facilista, la rima forzada-
-Si, no me gusta nada, una compañera del trabajo dice que le encanta, no lo puedo creer. La tuvo que acompañar el novio a verlo ¿A vos te parece?-
-Pobre flaco, un mártir-

Los cuerpos se rozan, se aplastan y en ese conglomerado una chica pone play en su reproductor: "Díme si él te conoce la mitad, díme si él tiene la sensibilidad...".
Una de las amigas escucha y le asalta un: "Está escuchando Arjona, Arjona, noooooooooo".
Cruce de miradas.

5 comentarios:

  1. Existe una delgada línea que divide a la gente entre los que escuchan a Arjona y los que no lo toleramos.
    Por suerte, gracias a mi mujer que va sola, nunca tuve que disfrazarme de mártir!!!

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  2. jajajajaja Y bueno, tenemos que soportar el hostigamiento sonoro...

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  3. Es verdad. Arjona es muy provocativo, lo cual es loco porque por algo pasa eso ¿no? Quiero decir...si no le dieran tanta bola...
    Besos Vir!

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  4. Arjona tiene la capacidad de exasperar, irritar, generar prurito, alergia y convulsiones en quienes estamos de este lado de la línea Agustiniana. ¿Cómo es posible, entonces, que uno de los nuestros acuda a un recital del nombrado y salga vivo? Ya veo que el fulanito acompañante es un mártir en sentido estricto.

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