miércoles, 8 de agosto de 2012

Sanca

No nos falte el pan y el trabajo de cada día


Podría decirse que lo que al santo se le pide, el santo lo cumple. Y al santo se le pide trabajo y el santo da trabajo. No son pocos los escépticos que se abandonan por unos instantes a la súplica -que no necesariamente requiere de la tradicional oración- y le piden un laburito, una changuita, algo, trabajar para darle de comer a los chicos, un futuro mejor, salir adelante.

La iglesia que lo alberga está ubicada justo en el límite entre provincia y Capital, esa zona intermedia e indefinida, de transición. La mayoría de sus adeptos está del otro lado, en el Conurbano bonaerenese. Al menos eso creía hasta que lo vi al propio santo viajando desde Caballito hasta Liniers. Estaba envuelto en una bolsa plástica blanca a punto de tomar el tren Sarmiento. Porque si la gente no va al santo, el santo va a la gente. 

Cuando el santo bajó en la estación Liniers ingresó un aluvión de gente con espigas atadas con estampitas. Cuando arrancó el tren pude divisar la calle de la iglesia repleta de gente.

Y el tren, también lugar de transición entre provincia y ciudad guarda en su memoria un accidente que se llevó a muchos trabajadores. El santo tampoco olvida.




4 comentarios:

  1. María Virginia:

    Comprendo perfectamente el sentido que le das, como siempre me gusta y lo comparto.

    Pero por estos días resulta imposible creer en algún santo; sí en una Santa Paciencia, como decían nuestros abuelos.

    La Capital y el lugar que digas cerca de la Gral Paz, es una sucursal del Infierno: cualquier tren nos lleva a esa estación y nos deja parados.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jeje difícil cultivar la paciencia en esta ciudad, sobre todo ahora con el paro de subtes...
      Muchas gracias por pasar y me encanta tu comentario que también es parte del post.

      Saludos

      Eliminar
  2. Iba a ironizar, viendo cómo trasladaban al santo "cada uno tiene el transporte que se merece", e inmediatamente me acordé de nuestros trenes y el modo en que viajamos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Justamente, vos escribís unos relatos increíbles de nuestros trenes.
      Uno de mis favoritos y que recomiendo leer a los lectores de este blog es este: http://gusanosmetalicos.blogspot.com.ar/2012/06/sin-fin.html

      Saludos

      Eliminar