viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Ese!

"John nunca te olvidaré. Ni con el pasar
de los años porque fuimos eternos en
aquel instante fue un instante apenas
pero en él hicimos un comentario del mundo
y de nosotros mismos. Mi hermano"
Clarice Lispector Revelación de un mundo


El humo del cigarrillo le molestó tanto que levantó asqueada la mirada. Un señor de bigotes hablaba con dos hombres en el puesto de diarios de la avenida Alem. Esa cara, la sonrisa un tanto maligna. Él apenas la divisó. Inofensivo, anónimo, la joven le robaba un pedazo de su historia.

Dos años atrás una pareja esperaba para ingresar al subte en estación Puan, implementaban la estrategia de subir rumbo a la última estación para regresar sentados hacia Plaza de Mayo. El hombre ingresó apurado y se sentó junto a la señora pero después subió una chica embarazada. La chica se aproximó el hombre y le pidió el asiento lo que provocó que se levantara furioso diciéndole que era una tarada, que esperara para sentarse, la insultó varias veces. Finalmente el hombre bajó y ni bien arrancó la formación la chica embarazada le hizo burla desde adentro dirigiriéndole también insultos varios.


El viejo del subte ahora fumaba y charlaba, el viejo de bigote en Alem en el puesto de diarios. El recuerdo se materializa en imágenes, como en una película muda.

Hay personajes famosos de la ciudad que también recuerda como el que canta en un dialecto incomprensible con un papelito en la boca en línea D. Canta y baila con un viejo walkman colgado en la cintura. Pensó que solo habitaba los túneles pero una vez lo encontró caminando por Lavalle.

Recuerda casi todo, caras, situaciones, imágenes que se actualizan en un instante por alguna razón desconocida. Pero también se cruzará a un joven que lleva del brazo una prostituta por la Avenida Corrientes. Un hombre mayor de traje con un escudo, quizás conserje de algún hotel perdido en la ciudad. La mujer que se coló en el supermercado y después se peleó con la cajera. El de rastas del grupo de música cubana que a la mañana toca solo los tambores en la línea B. Una pareja besándose de noche en medio de la vereda y los gatos de la facultad de medicina comiendo alrededor los restos de comida que les llevan todos los días a las 20:30. A ellos los olvidará:



La enredadera de domingo
subió por tus pies
te cubrió la cintura
en ritmo ascendente

Vas rápido todo verde brillante
ojos caracolados

Casi árbol
brotando enceguecido
disfrutás el trayecto
único e irrepetible
solito y solo VOS

3 comentarios:

  1. y es por supuesto una verdadera crónica porteña. Cuántas veces pensamos en lo poco que tuvimos que ver con que otros hayan decidido traer personitas al mundo;)
    Y si no, por qué injusta razón debemos hacer beneficencia y ningunear nuestro cansancio, de hora pico, de ciudad rabiosa...

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  2. ¡Cuántas historias fantásticas podemos inventar con los personajes que encontramos a diario por las calles de Buenos Aires!

    Tantas..

    Saludos, querida!

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  3. Rossina: ¿Cómo estás? ¡Muchas gracias! Así es mucho cansancio de ciudad, tanta violencia contenida, te atrapa. Un abrazo

    Morwen: Siii a abrir los ojos, a estar atentos, mucha gente y aparente anonimato. Saludillos y gracias por pasar :-)

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