Bajaron del avión y se fueron directo al hotel con el micro de la agencia de turismo. La primera excursión: Museo Casa Carlos Gardel. Una de ellas inspeccionaba el lugar cuando el profesor de tango la invitó a bailar, en un principio se negó y mantuvo una brevísima charla: “Dos días mais aquí” pero después terminó escurriéndose en la pista. Habrán sido dos pasos que quedaron grabados en la cámara digital de la amiga. Probablemente esa foto se publique en Facebook con el título “Tango
Vuelven al hotel, dos días más acá, solo dos días y todavía no pudieron perderse en la ciudad: del hotel al micro, del micro al taxi, del taxi a la excursión.
Quizás se vayan sin comprender que el ritmo del tango aparece…
entre apretujones de la línea A
en el cabeceo de la milonga
en las quejas del colectivero apurado
en los besos de una pareja en Avenida de Mayo
en el sabor del café a deshora
entre miradas, entre roces
en quejas de riachuelo
en la guitarra que extraña a Aníbal Arias
SE TRATARA DE LO QUE LES TOCABA VIVIR.
ResponderEliminarEL TODO ES MUY DIFICIL DE PALPAR, DE COMPRENDER.
AME SU LISTA.
Rochitas: Así es, será que es eso lo que les tocaba pero una pena que se pierdan lo otro. Gracias por pasar :) Un abrazo
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