miércoles, 29 de septiembre de 2010

Café



Llueve en la ciudad, diluvia y ellos corren a refugiarse en un bar. Quieren ir al "Tortoni" pero hay muchísima gente afuera esperando, quieren ir a "La Giralda" a tomar chocolate caliente con churros pero tampoco hay lugar.

Y llegan al "Petit Colón", toman café con leche y medialunas, entrelazan sus manos y obvervan la lluvia detrás del ventanal.


En la puerta del baño una inscripción:


What happened?

I don´t know

Je ne sais pas
Qué se yo


lunes, 20 de septiembre de 2010

Y si algún día se van…

"Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche
y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo."

fragmento de"La Jaula"
en Las aventuras perdidas
Alejandra Pizarnik

Estos días andaba triste, quizás porque la alumna le dijo que se tenía que dar quimioterapia y eso la llevó al pasado, a todo lo que ya creía olvidado. Y a veces se veía a ella misma desorbitada, con la boca áspera y la lentitud de un dolor insoportable. Pero lo que más le preocupaba era el recuerdo de esa mirada, su propia mirada perdida, agobiada después de cada sesión.

Para despejarse se fue caminando despacio desde el trabajo, sabía que se le iba a ir el tren rápido pero decidió que ese día lo iba a perder. Llegó hasta la plaza del Congreso y vio un conjunto de puestos, era una feria de pueblos originarios con todo tipo de objetos artesanales. Hubo algo que le llamó la atención, una especie de muñequita chiquita hecha en tela, con muchos colores, preguntó si era un prendedor pero le dijeron que se trataba de un quitapenas.





lunes, 13 de septiembre de 2010

La espera

"um dia, inevitavelmente, aconteceria."
Fragmento del poema "Vinte e seis" de Leonardo Marona
(http://asescolhasafectivas.blogspot.com/)





Después del reiterativo "Aguarde que la llamarán por el apellido" se sienta en uno de los pocos asientos vacíos. Cuando mira a su alrededor nota todas esas caras circunstanciales de espera, pero otro tipo de espera, no es igual a la del subterráneo con los vaivenes del movimiento y los golpes entre los cuerpos, esta es una espera casi inmóvil. Todo transcurre de forma inverosímil en un vacío que provoca cierta necesidad de acumulación con incómodas miradas entrecruzadas, dedos frenéticos atacando los celulares, lecturas apresuradas, silencios pensativos.

Ella saca su libro, "Sueño profundo" de Banana Yoshimoto, empieza a adentrarse en la lectura, es la historia y a partir de esa nueva atmósfera piensa en las circunstancias contextuales, quizás podría quedarse hasta la noche leyendo ahí mismo, ignorándolo todo, acaso desoyendo la esporádica repetición de su apellido. Para ella una mínima rebelión, imposición del propio ritmo, desobedecimiento...

La indecisión dura poco, el oftalmólogo menciona su apellido, ella sigue leyendo, vuelve a mencionar su apellido y esta vez se levanta abruptamente, guarda el libro y el lápiz en la mochila. Ya dentro del consultorio comenta el ardor en los ojos pero el médico no la escucha, le dice: "Si si, andá para allá y sentáte". Cinco minutos alcanzaron para salir con lágrimas amarillentas, con la ruptura de un tiempo que estaba comenzando a construirse, cinco minutos apresurados, a puro ritmo comercial. Al salir a la calle es ella misma con esa otra adormecida, la misma que intentó salir pero fue, una vez más, debidamente encarcelada.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los chicos de adelante

Después de una semana de sudestada Buenos Aires amanece lluviosa. El sábado parece destinado a la paleta cromática de grises que predominó durante toda la semana. Horas más tarde sale el sol y el abrupto cambio climático presupone en los noticieros un éxodo masivo hacia lugares públicos. Sin embargo, una gran cantidad de personas aguarda sobre avenida Rivadavia para entrar al cine Espacio INCAA Km 0.


Un hombre y una mujer de unos sesenta años aguardan pacientemente en la fila hasta que se aparecen tres jóvenes de aproximadamente once o doce años. Uno de ellos les pide que los dejen pasar porque se les hace tarde y no van a llegar a la función, otro comienza a narrar el trailer de la película que vio en You Tube: “Uno está rompiendo una pared y está dele hacer ruido, cuando se asoma al agujero que dejó el vecino de en frente le dice ´Ey, vos, ¿qué estás haciendo?´ y el otro le responde `Ante todo, buenos días´ jejejeje es genial”. Cuando los jóvenes llegan a la boletería les advierten que : “La película es apta para mayor de 13 años”, pero el matrimonio de atrás intercede: “Todo bien, no se preocupe, los chicos vienen con nosotros”.


La situación es percibida por un viejo cinéfilo que inmediatamente recuerda situaciones de su adolescencia, cuando se colaba para ver a la Coca Sarli o iba al cine con algún familiar que le tapaba los ojos en alguna escena “subida de tono”. Y se ríe para sí, disfruta del adorable anacronismo que acaba de presenciar.


Bonus track


Breve crítica de El hombre de al lado película argentina dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat. Protagonizada por Rafael Spregelburd y Daniel Aráoz.


Hay vecinos detestables, hay vecinos insoportables, de esos que uno preferiría no tener, pero ¿quién es detestable para quién? Estamos tan acostumbrados a percibir el mundo en términos maniqueos a través del discurso habitual (ya sea periodístico, político, artístico o en situaciones de la vida cotidiana) que resulta interesante apreciar la enorme gama de posibilidades que se abre en el intersticio de dos posiciones en apariencia irreconciliables.


Este film tiene precisamente el mérito de trastocarlo todo, de inestabilizar la significación. Las relaciones humanas, los sentimientos, el arte, la comunicación, nada va quedando en pie y aquellos vecinos en apariencia enemigos comienzan a tener mucho más en común de lo que creían. Lo que uno que critica al otro termina explotando con toda su fuerza en sí mismo, porque la miserias ajenas se vuelven tan notorias y evidentes, como ajenas e invisibles las propias… Si el vecino de en frente es explícitamente bruto y violento, la aparente calma de la propia casa también demuestra tener su propia violencia callada, que corroe lentamente.


Esta película entretiene y deja contento a los espectadores, pero también puede perturbarlos, y es una perturbación que se celebra ya que demuestra el enorme potencial de estos dos realizadores.