lunes, 22 de febrero de 2010

Todo eso y mucho más

Desde la ventanilla del colectivo observa el colegio Nuestra señora de Lourdes sobre avenida Rivadavia. Unas personas le llaman la atención, tienen un carro con todas sus pertencias, infiere que viven en la calle.
Una mujer y dos hombres, uno de los hombres tiene en sus brazos un bebé que le pasa al otro hombre, ambos sonríen y el pase se hace con lentitud. Dicen algo y continúan pasándose el bebé, nunca terminan de pasarlo, la felicidad los eterniza.

sábado, 13 de febrero de 2010

Un suceso extraordinario

En el supermercado Día de Pedro Goyena y Puan nadie percibe su presencia, todos se apuran con los changuitos para llegar a las góndolas y la cajera charla con sus compañeros. Pasan, compran, pagan y se van.
Ella yace tendida boca abajo sobre la fría superficie y ni siquiera Crónica TV le dedicará una placa:




Ú L T I M O

M O M E N T O


BRUTAL ASESINATO


KEN PRÓFUGO





domingo, 7 de febrero de 2010

Bar Los galgos

Antes

Pasar una y mil veces por la misma esquina sintiendo ganas de descubrir lo que oculta detrás de esa dominante madera, de esos tonos lumínicos pálidos. Mirar, espiar entre los ventanales e imaginar una foto que logre captar esa infinitud.
Refugiarse en la entrada ante una lluvia persistente, sentir que con un solo paso por fin se puede entrar a esa otra dimensión pero no, salir corriendo para tomar el colectivo 26.
Intuir que la anacronía lumínica es deliberada, que se resiste a las luces dicroicas y las de tubo. Dice que no con una nostalgia tanguera
La mañana del 4 de febrero de 2010 pasa y se dice a sí misma ¿por qué no? ¿Y si esta vez, este mediodía entro? Después de un año y medio de dudas, entrar. Vuelve a mirar hacia adentro y descubre una estatua blanca reluciente de un galgo.

Después


Una vez adentro no sabe donde sentarse, por primera vez conoce el lugar desde adentro y finalmente elige una mesa que queda frente a la ventana que da a Lavalle.
El mozo se le acerca inmediatamente y ella, acostumbrada a pedir la carta para ver precios y elegir con tranquilidad, nota que en este lugar rigen otros códigos. Pregunta qué puede comer en sándwiches y el mozo le dice todas las posibilidades con las variantes de precios.
Se queda mirando todo a su alrededor y nota la imagen difuminada del bar en un espejo manchado por el paso de los años. Mira arriba, quiere descubrir las luces de lamparitas parecidas a las de los trenes antiguos de la línea A pero no, finalmente había luz de tubo. De todos modos la dominante de color sigue siendo cálida, quizás por las paredes de madera y la fuerte presencia de la luz exterior.
Cuadros con perros, muchos perros, ¿por qué galgos? No lo sabe, quizás nunca lo sepa, pero confía en la necesidad de los enigmas.
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miércoles, 3 de febrero de 2010

¡¡¡Guarda!!!


Todas las mañanas con la misma energía, una sonrisa y la seguidilla de comentarios que deleitan a los pasajeros.
Una chica sube con el novio y nuestro guarda le explica: “Mi amor, la cartera para adelante, quiero irme tranquilo a casa sabiendo que a vos no te falta nada”. Ruido a silbato y “Arriba muchachos que nos vamos”.
Un joven se para al lado de la puerta así que cuando va a abrir grita con tono nostálgico “Hijo, hijo querido, corréte, dale”.
Un hombre sube en Castro Barros con una bolsa de plástico llena de cosas, le cuesta avanzar entonces le dice: “Deme el bulto señor que se lo cuido” (risas) agarra la bolsa y la pone en el asiento que está reservado para que se siente mientras se ocupa del cierre y la apertura de puertas.
Llegando a Plaza Miserere advierte “Mamitaaaa que miedo y todavía no llegamos…”. Pero al llegar a la estación sube muy poca gente así que le preguntan qué pasó que no fue tan traumático “el tren fantasma no llegó...”.
Pero a veces el pasajero no tiene buena suerte y viaja con ella, la guarda quejosa que en la misma atención Miserere grita indignada: “No están en el Sarmiento, no me traben las puertas por favorrrr”. Está claro que el tren esta vez sí llego, cuidado que entre las telarañas la bruja se asoma, ¡gritos!
Un promedio de queja por pasajero: “No te duermas al lado de la puerta que me la trabás, estos son subtes muy viejos y nadie los cambia ¿entendés?” , “Abra, abra la puerta por favor”, “Arriba, vamos vamos”, “Acabo de tocar el silbato y te subís igual, ah no….”.