domingo, 7 de febrero de 2010

Bar Los galgos

Antes

Pasar una y mil veces por la misma esquina sintiendo ganas de descubrir lo que oculta detrás de esa dominante madera, de esos tonos lumínicos pálidos. Mirar, espiar entre los ventanales e imaginar una foto que logre captar esa infinitud.
Refugiarse en la entrada ante una lluvia persistente, sentir que con un solo paso por fin se puede entrar a esa otra dimensión pero no, salir corriendo para tomar el colectivo 26.
Intuir que la anacronía lumínica es deliberada, que se resiste a las luces dicroicas y las de tubo. Dice que no con una nostalgia tanguera
La mañana del 4 de febrero de 2010 pasa y se dice a sí misma ¿por qué no? ¿Y si esta vez, este mediodía entro? Después de un año y medio de dudas, entrar. Vuelve a mirar hacia adentro y descubre una estatua blanca reluciente de un galgo.

Después


Una vez adentro no sabe donde sentarse, por primera vez conoce el lugar desde adentro y finalmente elige una mesa que queda frente a la ventana que da a Lavalle.
El mozo se le acerca inmediatamente y ella, acostumbrada a pedir la carta para ver precios y elegir con tranquilidad, nota que en este lugar rigen otros códigos. Pregunta qué puede comer en sándwiches y el mozo le dice todas las posibilidades con las variantes de precios.
Se queda mirando todo a su alrededor y nota la imagen difuminada del bar en un espejo manchado por el paso de los años. Mira arriba, quiere descubrir las luces de lamparitas parecidas a las de los trenes antiguos de la línea A pero no, finalmente había luz de tubo. De todos modos la dominante de color sigue siendo cálida, quizás por las paredes de madera y la fuerte presencia de la luz exterior.
Cuadros con perros, muchos perros, ¿por qué galgos? No lo sabe, quizás nunca lo sepa, pero confía en la necesidad de los enigmas.
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9 comentarios:

  1. Lavalle y Callao, en la esquina... suelen atenderte como el ToOr.
    Pero es cierto, tiene su encanto (el café sabe a jugo de paraguas, eso es claro, no?)

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  2. Agustín, es que son los mismos fulanos atendiendo desde hace no se cuántos años... lejos unas cuántas décadas. A mi el lugar me cae muy bien, es más, lo propondría para un eventual encuentro de blogers que, evidentemente, caminamos las mismas cuadras.

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  3. maria virginia: perdón que usemos tu blog para comunicarnos así con S·A·L, pero claro, esa hipotética reunión blogers la incluiría!
    El jugo de paraguas de ese bar, sería soportable en una reunión así!!

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  4. Todo bien, me encantó la idea. También Jota anda por la zona así que seguramente podrá venir.
    ¡Se viene la reunión bloger! :)

    un abrazo, Vir

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  5. jaja, jugo de paraguas para todos los blogers!

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  6. me encantó este post. Especialmente porque sufrimos la misma curiosidad.Y comparto con Agustin que te atienden para el toor, pero más allá de eso, la esquina es como un tesoro escondido.
    Un beso!!

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  7. Hola Virginia, me encantó este post, me encanta.
    La curiosidad, la nostalgia de otros tiempos y el juego que producís entre las palabras y las imágenes es simplemente excelente.
    Leer esta entrada es como saborear un bocado de una comida que a uno le gusta demasiado...
    Te mando un beso grande colega!

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  8. Tiene pinta de que adentro siempre está nublado. En fin, no me va a quedar otra que pegarme una vuelta. Ese sabor a vida previa de un lugar me encanta, toda esa sensación casi de escenario usado que ha visto y oído de todo. Y como esa onda general de los trenes viejos de la A, efectivamente.

    (Habla Julian, por cierto, o "el hermano de Ali" en caso de que no recuerdes cómo se llamaba el hermano de Ali =P).

    Saludos.

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  9. Jota muchas gracias y a seguir en la búsqueda del tesoro ;)
    Atenea: Que bueno que te haya gustado, muchas gracias por lo que me decís. Otro abrazo para vos, ojalá nos encontremos uno de estos días.
    PD: Felicitaciones por la aprobación de italiano y suerte con los finales.
    Agropio-Julián: Compañero de viajes, te acordaste y entraste, que bueno. Y sí, efectivamente estuve mucho tiempo sin entrar, dando vueltas, que no te pase lo mismo a vos jejeje. Un abrazo, nos vemos.

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