Como el día está fresco Juliana decide caminar por avenida Corrientes antes de entrar a trabajar. Cuando llega a la estación Callao ve una nube de polvillo y un ruido muy fuerte, un hombre corta baldosas para arreglar la entrada del subte. Avanza en esa densidad hasta que el panorama se va aclarando: un hombre, una mujer y cinco chicos duermen en un colchón sobre la vereda. Uno de los nenes está despierto mirando el polvillo hasta que Juliana lo mira y el nene también la mira pero Juliana sigue caminando y el nene vuelve a mirar el polvillo.
Todo ese día serían sus ojos, esa mirada y Juliana detenida observándolos desde lejos. Pequeño Antoine Doinel, ¿dónde está tu mar? (Los 400 glopes)
una vida hecha polvo
ResponderEliminarnunca mejor la frase anterior. Sabes que paso casi todas las mañanas por ahi! Y el otro día me parece que te vi parada en la esquina de Corrientes y una anterior a Callao.
ResponderEliminarEs muy triste, cada día son más los que viven en esa cuadra.
Totalmente S.A.L, muy triste.
ResponderEliminarJota, seguramente, un día nos tenemos que saludar ;)
Ayer pasé y la familia sigue allí, pensar que están a pocas cuadras del Congreso ¿será que nuestros "representantes" no caminan por la zona?