domingo, 27 de septiembre de 2009

Reflejos

Los árboles de la avenida Alberdi no son tan enormes como los de Goyena. Pero ni unos ni otros conmueven a los estudiantes que se dirigen a paso apresurado por Puán hacia la Universidad de Filosofía y Letras.
Van y vienen. Muchos charlan, la caminata se presta para discutir la clase, el próximo parcial o la salida del sábado.
Pero de vez en cuando alguno alza la mirada y los ve, deshojados. Otros, en cambio, con los ojos perdidos, los descubren ahí, entre restos de cigarrillos, basura y mugre, al borde del cordón, distintos, colándose en el agua.

3 comentarios:

  1. cuantas veces tendré que decir que además de buena pluma, tiene ud. un enoooorme ojo!

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  2. ¡Muchas gracias Agustín! Al ojo lo ayuda una pequeña cámara, útil para captar momentos furtivos.

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  3. buenísima foto, ah, y en los créditos la cámara se lleva un lugar muy chiquito.

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