Van y vienen. Muchos charlan, la caminata se presta para discutir la clase, el próximo parcial o la salida del sábado.
Pero de vez en cuando alguno alza la mirada y los ve, deshojados. Otros, en cambio, con los ojos perdidos, los descubren ahí, entre restos de cigarrillos, basura y mugre, al borde del cordón, distintos, colándose en el agua.

cuantas veces tendré que decir que además de buena pluma, tiene ud. un enoooorme ojo!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Agustín! Al ojo lo ayuda una pequeña cámara, útil para captar momentos furtivos.
ResponderEliminarbuenísima foto, ah, y en los créditos la cámara se lleva un lugar muy chiquito.
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