Dicen que el portero es un chusma. Dicen, yo no digo.
Cuando las chicas se mudaron al octavo el portero anduvo elucubrando en su reducido horizonte mental hétero. Primero le dio manija al del cuarto para que se apretara a una. Le dijo que le hacía la gamba, que la minita era un bombonazo y se zarandeaba de lo lindo cuando salía por el palier. Después le tocó el turno a la otra, morocha, a quien caracterizaba como "tremenda, con ojos color de cielo". Esa se la reservó para él. Pichi, mini perro con cara de rata, oficiaría de carnada. Porque a cualquier minita le enternecen los perritos y Pichi ladra de lo lindo, perro comprador.
Yo sigo callado viendo como él arma y desarma. Estrategias. Mi ventana descubre a las vecinas. El portero quiere indagar, yo lo ignoro. Yo, el puto indeseable, el que se levanta tipos y trae "noviecitos", yo, les doy una silenciosa bienvenida.
Las ventanas de los deptos vecinos merecerian un blog aparte, no? El portero me da algo de bronca, estare influido por la mala imagen que actualmente tienen los encargados?
ResponderEliminarjeje siiii. ¡Me imaginé el peor portero! Según me han contado muchos ejercen una tiranía nefasta. Los que se pelean con él sufren la ausencia de correspondencia, para laburar en el edificio necesitás "su aprobación" (¿coima o peaje mediante?). ¡Gracias por pasar! Saludos
Eliminarcada casa es un mundo y es difícil a pesar de la más frondosa imaginación que sepamos lo que pasa adentro. Las imágenes engañan, y una fiesta loca puede ser sin embargo el mayor vacío de sus integrantes, y la mayor soledad visible, el mejor momento de relax de una persona.
ResponderEliminar¡Hola! ¿Cómo estás tanto tiempo? Gracias por pasar :-)
EliminarTal cual y lamentablemente siguen las habladurías, tejen y entretejen...