jueves, 16 de agosto de 2012

Dialogando con Arlt - Bares

Roberto anduvo por los bares porteños:
                      
"Los cafés están repletos de gente que hace filosofía al margen de una tacita de achicoria. Los mozos parecen conocer a todo el mundo, porque veo que la gente se levanta de las mesas sin pagar y, en vez de ocurrir una tragedia como ocurría en esta ciudad de filisteos, el mozo exclama:
    ¡Hasta luego, don Joaquín, o hasta luego don Noy!
Y eso es todo."

Roberto Arlt "Cafés y vigilantes"


Si vos supieras Roberto, cada vez se complica más irse sin pagar. Actualmente invade la ciudad ¿una cafetería? No sabría bien cómo decirle porque fomenta que vos te lleves tu café y sigas caminando. Y primero se paga, antes de consumir hay que pagar. Si supieras lo desabrido que es el café, pero no te digo únicamente por el gusto en sí, sino porque no se comparte y se crea una falsa ilusión de familiaridad que consiste en que te llamen por tu nombre. Ojo, como te decía, siempre tenés que pagar primero y después te piden el nombre y lo anotan en el vaso de café. Sí, vaso, nada de taza, unos vasos térmicos, de tergopol, que lucen el logo del local. Y bueno, mientras se evita la tragedia de no pagar se van generando otras tragedias mayores como la desaparición de una antigua confitería, L´Aiglon.

Pero no te preocupes Roberto que nos quedan algunos cafés donde el mozo conoce a los clientes. Una vez en me tocó presenciar una de estas situaciones que relativizan al espacio como puramente comercial. Estaba en el bar Los Galgos y veo que alguien se aproxima al mostrador, elige una medialuna y se la lleva a la mesa. Poco tiempo después me entero que se trata de "Miguelito" el sastre que trabaja en la galería de en frente y que elige personalmente sus medialunas. Miguelito va a Los Galgos desde hace muchos años, tantos que se familiarizó con el lugar, con el dueño del bar y con el mozo del turno mañana. Este bar es la casa de Miguelito, es el anexo de su living, es la respiración que lo hace levantarse todas las mañanas de lunes a viernes a las seis de la mañana.




Afuera del bar también hay unas mesas donde los barrenderos descansan unos minutos y reciben algo para tomar mitigando el clima agobiante o resistiendo al frío. Y todos ellos están ahí, en la esquina de Callao y Lavalle. Están como estuvieron tantas personalidades célebres como Enrique Santos Discépolo o Enrique Cadícamo. Está el barrendero, el sastre, el estudiante, el turista, el escritor, la dama desconocida, el transeúnte sediento, el curioso. Estamos. 

Lo que para vos era habitual Roberto se transformó en excepcional, pero esta excepcionalidad añeja es una forma de resistencia. Un pasado que resiste, como Miguelito, a los embates de lo moderno. 






10 comentarios:

  1. Tal cual!! Cerca de casa hay un bar al que voy pese a que te dan el café medio fuerte ... me parece que es a propósito, es el toque personal del dueño ... en las paredes hay cartas de clientes, dibujos ... hay uno moderno justo enfrente pero no se por que siempre termino ahi! Ya nos conocemos todos y nos pasamos los suplementos, somos amigos en lo que tardamos en tomarnos el cortado.
    Victoria

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    1. Victoria: ¡Muchas gracias por pasar! Puede ser lo del café, claro, además cada uno con su estilo de elaboración. Me gustaría ver alguna foto del bar para conocerlo.
      Qué bueno que siempre termines ahí, es como la familia y me gustó lo que marcás de la temporalidad (y también de pertenencia con el nosotros) "lo que tardamos en tomarnos el cortado".

      Saludos

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  2. A mi me cerraron "mi" bar de media manana en Tribs, (Diagonal Norte, casi Cerrito). No iba todos los dias, pero si unas cuantas mananas, y ahora quede colgado y pensando en donde andaran los mozos con los que ya nos conociamos... una tristeza.
    Al margen, que grande Roberto!
    Ah, y si quieren filosofia visiten gusanosmetalicos.blogspot.com que lo ultimo viene muy filosofico.

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    1. Pucha, que manera de cerrar bares odio eso, me duele la Richmond cada vez que paso por Florida.
      Tal cual, muy grande Roberto.

      Saludos ahí paso por tu blog

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  3. Buenos Aires es quizá uno de los pocos lugares del mundo donde todavía se puede ver mozos que llevan décadas laburando en el mismo cafe, que conocen el cliente con su nombre, que son camareros y no están de camareros.Acá en Europa trabajar en un café es (casi)siempre un laburo temporal hasta que se encuentre algo mejor.

    chaus
    Mele

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    1. Y encima en Europa con la crisis... Pero acá están desapareciendo esos cafés ante el avance de las cadenas internacionales y la falta de políticas públicas tendientes a proteger el patrimonio cultural de la ciudad.
      Gracias por pasar, hace mucho que no comentabas, media pila.

      Saludos

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  4. Buenos textos y fotos, buen blog. Saludos desde Berlín.

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  5. Me gusto mucho el post. Me alegro de haber encontrado el blog! Lo voy a seguir y agregarlo al blogroll del mio! (http://Misteriosabsas.blgspot.com)

    Que habría respondido Roberto?....

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    1. Marcos: Muchas gracias, recuerdo haber pasado por tu blog y que me gustó mucho también, super interesante, con muy buenas fotografías.
      Roberto seguramente estaría en este mismo momento tomando un cortadito en Los Galgos.

      Saludos

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