1.
Una nena juega en el subte con su papá, estira los brazos, se ríe hasta que cae al suelo. Llora y el padre la abraza, le dice que ya pasó:
-Me asustaste ¿te golpeaste de verdad o tuviste miedo?-
-Miedo- Vuelve a llorisquear y después estira los brazos para recomenzar el juego
-Está bien, siempre vas a tener miedo y eso es bueno-
2.
Cuando Pedro lo vio por primera vez un amigo lo llevaba puesto. Mientras los demás jugaban Pedro se imaginaba todos los escenarios posibles en donde lo podría usar. Pasó casi un año esperando ese traje y ahora aparecía en manos de sus tíos como regalo atrasado de cumpleaños. El día estaba lindo, fresquito, así que agarraron el mate, unas galletitas, la lonita y salieron todos rumbo a Parque Avellaneda.
Con sus cinco años y escasos noventa centímetros Pedro se puso el traje y empezó a correr por todos lados siempre bajo la mirada atenta de los tíos y un primo que apareció más tarde. De repente Pedro lo divisó: enorme, grandísimo y con un tronco extenso. Salió corriendo para subirlo pero en el primer intento se cayó al piso, volvió a intentarlo nuevamente sin éxito y un chico de unos catorce años se le acercó para gritarle: "¡El hombre araña!". Pedro lo miró, se sacó la máscara riéndose y haciendo señas de que no. Inmediatamente después se puso las máscara nuevamente y pensó que esta vez sí iba a poder así que tomó carrera, salió corriendo y logró subir, se deslizó entre el espacio formado por las ramas, bajó y estiró sus brazos hacia adelante tirando más telarañas.
muy bueno
ResponderEliminarQue ansiedad nostalgiosa, me encantó. Me hace acordar a las tardes en que ibamos al parque a pasear en el trencito o a la calesita
ResponderEliminarGracias Luis y mucho gusto.
ResponderEliminaramiga amema: Así es, vos al menos tenés esas lindas calles de barrio. A mí me encantaba la calesita pero del trencito no me acuerdo.
me encantó que se sacara la máscara y dijera que no, pero que siguiera jugando como si sí.
ResponderEliminarSí tal cual. Además un divino, se paraba de una manera, muy imitación del super héroe. Saludos y gracias por pasar.
ResponderEliminarmiré las fotos, leí el texto y volví a mirar las fotos. Reecién en la segunda mirada vi a Pedro Araña, con sus escasos 90cm disminuidos por el entorno del retrato. Antes de leer, guidado por las fotos y el título sospechaba un texto totalmente distinto (me parecía el público de un casamiento, con sus filas de sillas prolijas y una novia indecisa, que sí que no...) Cualquiera!
ResponderEliminarSAL: jajajaj está muy bien, ¡a dejar volar la imaginación!
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