viernes, 27 de mayo de 2011
Sabrás que
viernes, 20 de mayo de 2011
No robarás
miércoles, 18 de mayo de 2011
Shhhh
¿Cómo escribir después de haber leído a Clarice Lispector? No sabía, en ese extrañamiento de la lectura se había perdido a sí misma. Tampoco quería encontrarse, quería vivir en ese divague que la alejaba un poco de las cosas y la obligaba a verse en el proceso de escritura. Comenzaba a asomarse a la opacidad del mundo, a dejar de oponer resistencia a las inundaciones.
Irremediablemente volvía a sentarse a escribir pensando en la ciudad que la interpelaba en un siempre-nunca.
¿Qué miraba? ¿Cómo miraba? En cada una de las cosas se reflejaba a sí misma, ese Yo omnipresente, agobiante, que quería ser el impersonal it de “Agua Viva”.
“Estou de olhos fechados. Sou pura inconsciência. Já cortaram o cordão umbilical: estou solta no universo. Não penso mas sinto o it.”
Hay algo que se le escapa irremediablemente mientras observa otra cosa, se le escurre en la tenacidad de una contemplación unidireccional. La ciudad que no tiene nombre, la que se crea para destruirse a cada instante.