Los coches de la línea A de subterráneos se caracterizan por su longevidad, llevan y traen pasajeros desde el año 1.930 aproximadamente. Y una de sus particularidades es que en el primer vagón hay una ventana desde la que se pueden observar las vías. Mucha gente suele sentarse allí para mirar como avanza el tren. Esta vez era un niño de unos cinco años el que observaba y ante cada nueva sorpresa que se interponía en su mirada le hablaba a una mujer mayor de pelo largo blanco que parecía su abuela. En un momento el nene descubrió a su izquierda otra pequeña ventana circular desde la que podía observar al conductor. Comenzó a reírse, a tocar la ventana y de repente la cara se le iluminó, el conductor había encendido su linterna y de vez en cuando lo alumbraba.
Al llegar a Primera Junta la abuela y el nene se bajaron, la abuela llevaba en su vestimenta rastros de esa infancia que alentaba y disfrutaba: una camisa con huellas de piecitos en color verde y una hoja de árbol enganchada en el ojal. Ambos se bajaron pero en vez de dirigirse a la escalera para salir se adelantaron al tren y una vez que se puso en marcha saludaron al conductor.
Qué lindo! no todo es tan denso vio? La gente también juega con el motorman... y al final el señor no era un simple uniformado
ResponderEliminarMuy bien que no nos dejemos cegar por la rutina.
ResponderEliminarQue bueno alentar y disfrutar la infancia de otro, ayuda a combatir el agobio porteño. Un motorman así también ayuda, claro.
ResponderEliminarLos coches son los originales de 1913.
ResponderEliminarAmiga: jeje que le sirva a usted también "no todo es tan denso" ;) ¡arriba!
ResponderEliminarRossina: ¡Pero nos cuesta!
SAL: Si, así es, queremos más motorman pero que nos iluminen a nosotros también :P
Lupe: Gracias Guada, son más viejos de lo que pensaba y aún resisten nuestros embates.
Yo nunca llegué a sentarme en ese lugar...
ResponderEliminarMe hiciste recordar que lo tengo pendiente...
jeje muy bien Eliú espero que se siente y disfrute de la buena vista, no se olvide de saludar al conductor.
ResponderEliminarMi viejo también me hizo viajar ahí! Él tenía toda una cultura de subte y tren. Aunque tenía auto, iba al trabajo en tren roca, subte a retiro y tren a migueletes (qué avanzado y ecológico para la esa época, no? Otras dejaba el auto estacionado en constitución). Compraba pan negro (esos con la punta dura) y queso fresco en las panaderías de constitución, que ya no existen! Muchas veces nos llevaba a unos videojuegos del subte. También me acuerdo del tren maqueta que había en la estación retiro (creo que está en fac. de ingeniería)
ResponderEliminarLindos recuerdos, de la infancia.
Lamentablemente ahora me parece todo más feo. No sé si es que soy más viejo o las cosas realmente empeoraron...
Hola ante todo gracias por pasar y por compartir tus recuerdos. Yo trato de encontrarle la vuelta a la cotidianidad, creo que siempre hay algo más para ver que se nos escapa. No creo que tenga que ver con la edad sino con las ganas de descubrir, de no perder la capacidad de asombro.
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