jueves, 10 de septiembre de 2009

Asientos: gran dilema

Un joven se dirige con su amiga a los últimos asientos del colectivo. Comienzan a charlar, tranquilos, pero una mujer mayor con una voz finita y chillona le grita:
-Andáte, andá a otro asiento ¿No ves que hay otros asientos libres?-
-No me voy a ir señora, me quiero sentar acá-
-Andáte, andáte...-
Atrás observo a la mujer y al joven, al parecer el problema consiste en que el joven es demasiado grande como para sentarse en el asiento:
-¿No te das cuenta que no entrás?- continúa gritando la mujer.
-Mire señora, yo no soy un chorro, soy una persona decente, soy un enfermero ¿Sabe? así que a mí tráteme mejor y si quiero me puedo quedar acá, no me voy a ir señora-

No hay comentarios:

Publicar un comentario