Jóvenes, chicos, ancianos, todos disfrutan de una tarde calurosa en Parque Rivadavia. Una pareja que está sentada sobre el pasto ve venir a una mujer mayor con un libro en la mano, la ven desde abajo, la silueta se recorta con los rayos solares, es pequeña pero se magnifica. Atónitos por la imagen escuchan lo que les dice: "¿Creen en Dios?" ambos se ríen y responden: "más o menos".
La mujer repite esas palabras y comienza a leer lo que descubren es la Biblia, incluso explica: "Soy la enviada de Señor, él me envió para que les diga estas palabras, ¿quieren recibirlas?" ante la negativa de los jóvenes la mujer se pone agresiva y explica: "Ahhhhh, muy biennnn, qué bonito, hay dos caminos, el del bien, el de Dios y el del mal, del diablo... Ustedes eligen, además si algún día tienen a alguien enfermo ¿qué van a hacer? ¿le van a pedir a Dios? se van a acordar de este momento.". Ahí la chica se indigna y le dice: "Mire señora, no creo que esté bien imponer palabra del Señor por la fuerza..." y la mujer, ahora muy enojada, le hace señas con el dedo índice de que no y esgrime un serie de argumentos para explicar que ha sido malinterpretada justo ella, la enviada del Señor que quiere difundir sus palabras. De todos modos, vuelve a insistir acerca de la recepción de la palabra divina pero ante una nueva negativa decide irse en busca de otros feligreses…
La mujer repite esas palabras y comienza a leer lo que descubren es la Biblia, incluso explica: "Soy la enviada de Señor, él me envió para que les diga estas palabras, ¿quieren recibirlas?" ante la negativa de los jóvenes la mujer se pone agresiva y explica: "Ahhhhh, muy biennnn, qué bonito, hay dos caminos, el del bien, el de Dios y el del mal, del diablo... Ustedes eligen, además si algún día tienen a alguien enfermo ¿qué van a hacer? ¿le van a pedir a Dios? se van a acordar de este momento.". Ahí la chica se indigna y le dice: "Mire señora, no creo que esté bien imponer palabra del Señor por la fuerza..." y la mujer, ahora muy enojada, le hace señas con el dedo índice de que no y esgrime un serie de argumentos para explicar que ha sido malinterpretada justo ella, la enviada del Señor que quiere difundir sus palabras. De todos modos, vuelve a insistir acerca de la recepción de la palabra divina pero ante una nueva negativa decide irse en busca de otros feligreses…
Y donde mas que en el parque rivadavia te va a pasar eso!!
ResponderEliminarQue densa se pone la gente hipercreyente me irritan!
Saludos
AMENN
Ah! Esa viejita es re simpática. Hay que seguirle un toque el juego nomás.
ResponderEliminarNo one laughs at God in a hospital.
ResponderEliminarNo one laughs at God in a war.
No one laughs at God when they're starving
or freezing or so very poor.
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Pero no funciona así. No todo el mundo tiene el reflejo de desempolvar el Dios que tiene en la repisa cuando la cosa está difícil. Siempre odié esa óptica de que el mundo se divide en fieles y gente que sólo finge no creer. Algunos simplemente no creemos, Enviada. No pierda su tiempo, siga con otro.
Me recuerda a aquella monja de N.S. de Lourdes que interpretó correctamente mi pendiente de Baphomet y me preguntó por qué elegía "el camino del mal". Aunque mi monja resultó ser mucho más civilizada y receptiva que la Sra. Enviada del Señor ésta.
Che, creo que estoy desarrollando la compulsión de empezar los comentarios con cachos de canciones =P
Saludos.
jaja Petardo, tiene razón, esas cosas pasan en la dimensión desconocida de Parque Rivadavia donde, por cierto, nos alegran la vida las ediciones fantasma de "tapa blanca".
ResponderEliminarBahamutXs ¿vos decís? ¡mirá que puede llegar a dar miedo!
Gracias por sus comentarios Agropio, será cuestión de empezar a escuchar a Regina Spektor (la saqué con ayudita del Google). Totalmente de acuerdo, que vivan los grises, la indeterminación, el maniqueísmo ya fue.